Una de las cosas que más me impactó al estar haciendo el Curso Fénix, fue descubrir un estado mental al que llamaban LA LUZ DE GAS.
Expresión popularizada por el clásico Gaslight, Luz que agoniza,
obra literaria del inglés Patrick Hamilton (1904-1962), llevada al teatro y al cine.
Leí ese tema bastantes veces, no acababa de creerme que hubiese experimentado ese estado. Ni por asomo era consciente de la ceguera en la que estaba envuelta. No me explicó cómo me sumergí en ese “trance”, pero me sumergí.
José Luis González de Rivera en su libro sobre el maltrato psicológico define lo que es hacer “Luz de gas” y dice:
"Hacer luz de gas consiste en intentar conseguir que alguien dude de sus sentidos, de su razonamiento y hasta de la realidad de sus actos".
Bien, no sé si lo hicieron adrede o simplemente sucedió. Sé que mi percepción cambió. Veía cosas que los demás no veían. Es decir, era muy consciente de las órdenes contradictorias, pero como los demás no decían ni mu, pensaba que era debido a que entendía mal las órdenes. Entonces pasaba a la fase de imitar a mis compañeras, si ellas lo hacían bien, yo lo haría bien... Pero no, seguía estando mal. Volvía a hacerlo como me decían o recordaba y seguía estando mal. Y mi desconcierto aumentaba.
Volvía a casa, olvidaba lo ocurrido y punto. Para qué preocuparse más... al día siguiente se repetiría lo mismo.
No encontraba una explicación. Sabía que no la encontraría. Así que empecé a pensar que era cosa mía.
La situación del cambio de medicación, me llevó a desestabilizarme. A mí me sigue pareciendo GRAVE.
El estado de nerviosismo que tenía durante toda la jornada laboral intentando valorar cada uno de mis actos y consecuencias, cada una de las palabras de mis compañeros valorando consecuencias, me tenían en un estado de estrés que se prolongó durante dos meses, hasta que exploté.
Era como una partida de ajedrez, en la que te piensas todas las jugadas, pero en el ajedrez te dan tiempo para pensar, en el trabajo no.
El cerebro tiene que trabajar a tope, cualquier error, para mí, era una posible negligencia que cometería sin darme cuenta, y saltarían a mi yugular; entonces estaba convencida (y aún ahora) de que me querían fuera del trabajo.
Como no hacía nada bien, según ellos, supongo que empecé a culpabilizarme y a sentirme una incompetente, por un lado y por otro, seguía sabiendo que hacía lo correcto y lo hacía bien. Pero este estado mental tan contradictorio no era sano.
Tenía una visión de la realidad y ellos otra. Mis nervios aumentaban cuando notaba su vigilancia y me destrozaban cuando les hablaba y actuaban como si no existiera.
Me faltan las palabras para explicarlo, me consuela saber que quién ha vivido situaciones de ninguneo puede entenderme, aunque preferiría que nadie me entendiera. Si me entendéis es por que habéis experimentado lo mismo y me concederéis que no hay palabras para explicarlo.
Uffff, intentar explicar objetivamente un fenómeno tan subjetivo...
Rehuía el peloteo, intentaba ajustarme a las normas que nadie seguía, era tan humana que llevaba al aseo a los usuarios del centro de día saltándome los horarios, intentaba hacerlo hoy mejor que ayer, sí, supongo que me cogieron manía por intentar mejorar un servicio deficiente sin consultar a nadie.
A veces he jugado a imaginarme como me debían ver, que sentían cuando los usuarios (los únicos que me importaban) opinaban bien de mí y mal de ellas en su propia cara.
Recuerdo una mañana en que mi jefe me dijo que no llevara al aseo a una usuaria que tomaba laxantes y que tenía una urgencia. Ella estaba haciendo sus ejercicios en las barras, se levantaba y se sentaba, se levantaba y se sentaba. De pronto no quiso levantarse más y mi jefe la cogió por detrás, por la cintura del pantalón y la levantó.
La soltó de golpe, se miró la mano y tenía los dedos llenos de heces líquidas.
¿Lo ves? Le dije, ....... no miente en estas cosas.
La usuaria empezó a disculparse, (pobrecita), y mi jefe me dio permiso entonces para llevarla al baño.
Y pregunto: sabiendo su medicación y sus limitaciones ¿porqué tuvo que vivir semejante humillación?
Ese día, lo recuerdo muy bien, anduve nerviosa, sabía que mi comentario lo pagaría caro.
GRACIAS
El término tiene su orígen en la obra literaria "Luz de gas" del inglés Patrick Hamilton (1904/1962)que posteriormente fue llevada al teatro y al cine.
ResponderEliminarSaludos.,
BC, muchas gracias por el dato, lo corregiré en el post
ResponderEliminargracias por tu participación, un abrazo
Hola amiga...interesante blog..respondo aqui a tu cortés solicitud acerca de incluir datos provenientes de "corre salta y cuidate" Me siento muy contenta por que demuestra respeto por mi trabajo. Por supuesto los recursos que allí aparecen son para compartir,así que puedes usarlos sin problema. Cuanto más preparados nos encontremos para identificar los signos de abuso a niños, antes podremos emprender medidas para liberarlos de este flagelo...Tu me ayudas mucho al querer difundirlos y ojalá más personas lo hicieran...Te recomiendo visites slideshare en mi blog ya que encontrarás una presentación sobre trabajo infantil que espero también te agrade. Un beso y muchas gracias...
ResponderEliminarEnhorabuena por plasmar sin tapujos y sin complejos la situación por la que has pasado.Yo he sufrido la misma experiencia.Soy una persona muy independiente en el trabajo y creo que me pasa lo mismo que a ti. "Empatizo" demasiado con los usuarios e intento que se sientan a gusto y que el servicio que ofrece la administración pública(en mi caso) llegue a todos.
ResponderEliminarEn mi caso fué mucho peor, ya que había una guerra interna entre grupos de funcionarios.Invadieron mi vida privada y negaron todo lo que denuncié.En el sindicato se lavaron las manos.Les conté a mis amigos la situación por la que estaba pasando, pero ninguno de ellos me apoyó.Denuncié los hechos al concejal que estaba a cargo del departamento y fué peor el remedio que la enfermedad.Cuando ví la peli de Cuckor me dí cuenta de la manipulación perversa a la que estaba siendo sometida.A mí también me sorprendió como fuí absorbida por este estado de ánimo que te lleva a una espiral de autodestrucción.He tenido que ir a una psicoanalista y legalmente estoy vendida. Pero la verdad saldrá a la luz más tarde o más temprano. Solo quiero transmitirte un mensaje de fortaleza y autoestima.No permitas que la situación por la que has pasado cambie tu caracter y tu humanidad.Los mediocres y los cobardes intentan hundir a las personas brillantes y humanas.Un saludo enorme
Es horrible, que impotencia, dudas de todo, sientes q era mejor haber seguido callada, verdad? Aunque sabes que eso solo iba a darles pie para destruirte... espero que hayas superado esa situación...
Eliminaryo también estoy viviendo una situación parecido en el ámbito familiar, llevo desde los 30 años sufriendo de fibromialgia severa, mi familia no lo entiende, mi madre fallecio hace cosa de tres años y medio, desde entonces estoy sufriendo un cuadro de terror psicológico por parte de mis hermanos, me he quedado viviendo en el domicilio familiar, empezaron a entrar en la casa durante mi ausencia, para llevarse cosas, si les decía algo decían que eran cosas mias, incluso mi hermano pequeño me decía que haberhacia yo con las cosas, que el no sabia nada, que si yo no estuviera en la casa la podrían tener alquilada, cada vez iban desapareciendo mas y mas cosas, hasta cosas de mi pertenencia personal, abrían mi correo, como tienen llaves del buzon e incluso han llegado a amenazarme con quererme echar d ela casa, llevo asi con este tipo de problemas todo este tiempo, estoy desconcertada y desilusionada, por ver el trato tan vejatorio que me han dado, incluso han llegado a ninguearme delante de familiares que viven fuera y vinieron a la ciudad de visita, si les digo algo sobre su comportamiento lo niegan rotundamente, eso me crea malestar y confusión, me han culpado de cosas y errores que yo no he cometido, me insultan, y dan un trato vejatorio, al dia de hoy estoy viviendo con un estado de confusión, tristeza y desanimo, intensos, no desean que siga viviendo en la casa e incluso dan ordenes al banco para que no me faciliten extractos de la cuenta común familiar que tenemos a nombre de todos, tenemos un taxi, pusieron la licencia a mi nombre y no me enseñan las cuentas de las recaudaciones, cada vez que les comento el tema, cambian de conversación me tratan como si yo no fuera un miembro mas de la familia, es horrible la situación que estoy viviendo, como faltaban cosas de la casa cambie la cerradura y vinieron a intimidarme y amenazarme con que me iban a echar de la casa, es horrible, se niegan a darme mi parte de beneficios del taxi, a ultima instancia he tenido que recurrir a los servicios de un abogado para que me solucióne el tema, si hablo con ellos, me niegan la comunicación, han dejado de tratarme y hablarme, me han dejado prácticamente aislada de la familia. Esto si es un caso real, en el momento presente estoy angustiada y desconcertada por la situación tan critica en la que estoy viviendo. vivir este tipo de acoso por parte de tus propios familiares es lo mas duro y horrible que le puede pasar a cualquier ser humano. Asi que imagínense se conoce a los propios familiares bien cuando hay un problema de herencia familiar, hasta dentro del ámbito familiar existe este fenómeno este ritual continuo de maltrato.
ResponderEliminarno sabes como te entiendo...
ResponderEliminarHola, por raro que parezca (lo digo porque he leído que las "víctimas" suelen ser mujeres) soy un hombre que sufre lo que aquí describís. No sé si actualmente existe algún caso llevado a tribunales o ayuda al respecto, imagino que psicológica sí, legal... tengo mis dudas por lo sutil de todo ésto. Estoy perdiendo mi energía, mis ganas de todo, ... y no sé qué hacer.
ResponderEliminarUn saludo sincero a los/las que compartimos aquí este sin vivir.
Sinceramente,
Toni
Estoy de baja en este momento por la misma situación. He decidido que no puedo volver a mi centro de trabajo, o me cambian o me voy de excedencia o para siempre. He vivido exactamente lo mismo, han negado todo lo que pasa, compañeras y dirección incluso me atribuyeron comentarios que yo no he hecho y me obligaron a disculparme con una compañera de rango superior de la que no dije nada. Ahora pienso que no puedo volver a trabajar, ni de educadora, ni de nada. Tengo un contrato fijo y doy por perdido mi trabajo. Me siento (perdonad la expresión)una mierda. Aguanté muchos ninguneos y desprecios y cuando no pude ma's me hicieron sentir una loca. Llegandome a decir que me relajase pprque era muy estricta en el trabajo y que eso no era malo, pero para otra profesión... me siento fatal, dudo de todo lo que hice y dije xq me lo negaron y reprocharon todo
ResponderEliminarTambién sé que sobre todo una compañera me va difamando, pero no lo puedo demostrar. Es una impotencia terrible, los que lo habéis vivido lo sabéis. Voy al psicólogo pero estoy muy deprimida y no veo manera de que se solucione, ya que la empresa para la que trabajo, externa al centro, hace caso omiso y no me da solución. Gracias por compartir vuestras vivencias. Hace q nos sintamos menos solos y respaldados
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