El mobbing como enfermedad laboral
El grupo hostigador está enraizado en un ambiente laboral que, en sí mismo, presenta deficiencias de gestión: organización caótica; mal normatizado en la vigilancia de derechos y deberes del trabajador; o mal jerarquizado en el reparto de tareas.
Por lo que es el propio ambiente el que favorece, como caldo de cultivo, que se presente a modo de una enfermedad institucional.
Síndrome de Mediocridad Inoperante Activa, del que se conocen tres tipos:
• Tipo 1 o Forma Simple
Es la forma larvada, típica del trabajador sin conflictividad siempre que el grupo sea homogéneo. Se basa en la conformidad de la rutina de trabajadores mediocres que adulan o consienten ser manipulados por otro u otros a los que consideran «con grandes influencias» o con «buenas agarraderas». Son trabajadores clónicos, copistas de «normas no escritas»; chaqueteros; chivatos; agazapados, maledicentes que nunca dan la cara; beneficiarios de corruptelas de poca monta (salir antes de su hora o llegar tarde; permisos ocultos o disfrazados de comisión de servicios; manejo de gastos sin rendimiento de cuentas).
• Tipo II o Mediocridad Inoperante
Son individuos pasivo-agresivos, con criterios del todo vale y consignas subliminales de que el que se mueve no sale en la foto. Se estimula y premia las maniobras repetitivas e imitativas; se fomenta la política de «corrillos» o de «pasillo».
• Tipo III o Mediocre Inoperante Activo (M.I.A)
Es la variante perversa. Este tipo de trabajador, cuando alcanza una situación de privilegio o rango fáctico, bien por parentesco, relación de amistad con un superior o un político influyente, bien porque ejercen cargos de confianza o puestos «a dedo», crea grupos de poder, comités de control, y tiene sus informadores o chivatos. Fomenta la envidia y disfruta con la destrucción de los empleados brillantes o independientes, que no «entran por el aro» y que considera «parásitos» incómodos y amenazantes del funcionamiento de «su organización».
La Víctima o Individuo de Riesgo
Existen tres tipos de víctimas en riesgo:
– Envidiable: trabajador brillante o competitivo para el resto del grupo o para el que pretende erigirse como jefe fáctico o se siente «líder» entre sus compañeros.
– Vulnerable: trabajador simplemente «cumplidor», pero de personalidad dependiente, necesitado de aprobación (más frecuente en mujeres dóciles por educación o tímidas por personalidad).
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