11 julio, 2011

El mobbing como enfermedad laboral


Aún me sigue pareciendo increible que los trabajadores acosados, (aparte de la mierda que deben tragar cada día),
no sean respaldados por los más mínimos derechos constitucionales.

Cualquiera diría que los derechos que se proclaman en nuestra CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA, no se aplican en el mundo laboral,
juro que no lo entiendo... si trabajamos para el enriquecimiento de los empresarios y para que funcione el país,


¿no somos personas con deberes y derechos fundamentales proclamados por los Derechos Humanos?


¿Porqué no tenemos derecho a la más mínima dignidad de estar enfermos debido al mobbing?







El mobbing como enfermedad laboral

El grupo hostigador está enraizado en un ambiente laboral que, en sí mismo, presenta deficiencias de gestión: organización caótica; mal normatizado en la vigilancia de derechos y deberes del trabajador; o mal jerarquizado en el reparto de tareas.

Por lo que es el propio ambiente el que favorece, como caldo de cultivo, que se presente a modo de una enfermedad institucional.


Síndrome de Mediocridad Inoperante Activa, del que se conocen tres tipos:


• Tipo 1 o Forma Simple


Es la forma larvada, típica del trabajador sin conflictividad siempre que el grupo sea homogéneo. Se basa en la conformidad de la rutina de trabajadores mediocres que adulan o consienten ser manipulados por otro u otros a los que consideran «con grandes influencias» o con «buenas agarraderas». Son trabajadores clónicos, copistas de «normas no escritas»; chaqueteros; chivatos; agazapados, maledicentes que nunca dan la cara; beneficiarios de corruptelas de poca monta (salir antes de su hora o llegar tarde; permisos ocultos o disfrazados de comisión de servicios; manejo de gastos sin rendimiento de cuentas).


• Tipo II o Mediocridad Inoperante


Son individuos pasivo-agresivos, con criterios del todo vale y consignas subliminales de que el que se mueve no sale en la foto. Se estimula y premia las maniobras repetitivas e imitativas; se fomenta la política de «corrillos» o de «pasillo».


• Tipo III o Mediocre Inoperante Activo (M.I.A)


Es la variante perversa. Este tipo de trabajador, cuando alcanza una situación de privilegio o rango fáctico, bien por parentesco, relación de amistad con un superior o un político influyente, bien porque ejercen cargos de confianza o puestos «a dedo», crea grupos de poder, comités de control, y tiene sus informadores o chivatos. Fomenta la envidia y disfruta con la destrucción de los empleados brillantes o independientes, que no «entran por el aro» y que considera «parásitos» incómodos y amenazantes del funcionamiento de «su organización».

La Víctima o Individuo de Riesgo


Existen tres tipos de víctimas en riesgo:


Envidiable: trabajador brillante o competitivo para el resto del grupo o para el que pretende erigirse como jefe fáctico o se siente «líder» entre sus compañeros.


Vulnerable: trabajador simplemente «cumplidor», pero de personalidad dependiente, necesitado de aprobación (más frecuente en mujeres dóciles por educación o tímidas por personalidad).


Amenazante: trabajador altamente eficaz, muy independiente de criterios, de reflexión y de pensamiento; que cuestiona o critica abiertamente las acciones injustas, las «corruptelas», los dogmatismos pragmáticos, las «normas no escritas» o el ordeno y mando por que sí.









GRACIAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario