El 13 octubre de 2009, tuve un día horrible.
Fuí a urgencias de mi centro de salud.
Desde que me levanté sobre las 7:00 hasta cerca de las 9:30, túve varios ataques de pánico. Esa noche apenas púde dormir una tres horas, al igual que las noches anteriores...
Mi hija estaba ya preocupada. Llevaba varios días con ellos, pero ese día no me daban tregua. Mi hija es auxiliar de clínica, me pidió que por favor fuese al centro de salud.
Pero no podía ni salir de casa, estaba paralizada por el miedo, por la tensión acumulada tantos meses, por el llanto inagotable, por un dolor que me anulaba, oí que mi hija decía algo parecido a "mamá, no hay cuerpo que aguante esto, vete a urgencias, ve mamá".
"Sí", pensé "allí me calmarán y aún me dá tiempo para ir a trabajar... "
No volví a trabajar hasta el día 21 de junio de 2010.
Me dieron el alta médica el día 11 de junio, supliqué que me dejaran seguir de baja un poco más, que aún no estaba preparada para volver. Ni caso. Llamé a mi empresa, una subcontrata de una Consellería, y solicité un mes de vacaciones.
Me dejaron coger solo 6 días, volvería al trabajo el lunes 21 de julio de 2010.
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